A matter of life and death (Iron Maiden) 2006
Los amantes del heavy metal genuino y de raíces pueden estar de enhorabuena. La doncella de hierro ha vuelto con su último trallazo bajo el brazo y con una calidad extraordinaria. No merece la pena entrar a repasar la carrera de Maiden para situarnos, probablemente todos los que hemos oído su nombre también nos suena su biografía y legado.
Este “A matter of life and death” es un ataque directo a la yugular de aquellos que criticaron su predecesor “Dance of death”. El continuismo es la base esencial de Iron Maiden y esas líneas de bajo gomoso de Harris la esencia del éxito.
El disco en sí recoge diez temas muy estructurados, que dan cabida en “Different world” a bases maidenianas de los ochenta y en “For the greater good of God” a progresiones más típicas de sus álbumes de finales de los noventa y sobre todo a “Brave new world”. Es cierto, que, tras la escucha del último disco en solitario de Dickinson (avalado y compuesto en su mayoría por su eminencia Roy Z), se estaba demasiado alerta sobre lo que la doncella era capaz de dar en estudio (el directo es otra cosa, simplemente es suyo). “The Pilgrim”, “These colours don’t run” y varias más suponen un perfecto engranaje de la máquina en estudio. La participación de Janick Gers en la composición de algunos temas los ha hecho lógicamente más guitarreros y eso que Steve Harris suele bajar en las labores de producción y coproducción a gusto propio las guitarras sobre todo de Murray, y para exceso, en los discos en directo, pero no es el caso. Tanto Kevin Shirley como Steve Harris han sabido producir un disco exquisito, lleno de matices, con una buena canción de entrada y un recorrido bastante ameno.
Iron Maiden suenan a sí mismos, y dentro de su extensa carrera, este trabajo se gana un puesto privilegiado. Atrás quedan joyas del heavy como "Piece of mind" o "Powerslave"; pues bien, no dista mucho este álbum de aquellas obras maestras que encandilaron la música dura de los ochenta.
El cd se presenta en formato simple y en formato con caja acompañado con DVD que contiene el making off del disco, el vídeo de promoción y algunas galerías de fotos.
El único pero es la portada. Yo no sé de quién fue la idea de dejar marchar a su mejor dibujante, Pero siendo esto así, la verdad es que no se entiende muy bien como pueden salir a la luz portadas como la de su anterior disco de estudio. Esta no está mal, pero sigue rompiendo con la línea maestra de sus grandes álbumes.
Jesús Cabezas (Noko)
Este “A matter of life and death” es un ataque directo a la yugular de aquellos que criticaron su predecesor “Dance of death”. El continuismo es la base esencial de Iron Maiden y esas líneas de bajo gomoso de Harris la esencia del éxito.
El disco en sí recoge diez temas muy estructurados, que dan cabida en “Different world” a bases maidenianas de los ochenta y en “For the greater good of God” a progresiones más típicas de sus álbumes de finales de los noventa y sobre todo a “Brave new world”. Es cierto, que, tras la escucha del último disco en solitario de Dickinson (avalado y compuesto en su mayoría por su eminencia Roy Z), se estaba demasiado alerta sobre lo que la doncella era capaz de dar en estudio (el directo es otra cosa, simplemente es suyo). “The Pilgrim”, “These colours don’t run” y varias más suponen un perfecto engranaje de la máquina en estudio. La participación de Janick Gers en la composición de algunos temas los ha hecho lógicamente más guitarreros y eso que Steve Harris suele bajar en las labores de producción y coproducción a gusto propio las guitarras sobre todo de Murray, y para exceso, en los discos en directo, pero no es el caso. Tanto Kevin Shirley como Steve Harris han sabido producir un disco exquisito, lleno de matices, con una buena canción de entrada y un recorrido bastante ameno.
Iron Maiden suenan a sí mismos, y dentro de su extensa carrera, este trabajo se gana un puesto privilegiado. Atrás quedan joyas del heavy como "Piece of mind" o "Powerslave"; pues bien, no dista mucho este álbum de aquellas obras maestras que encandilaron la música dura de los ochenta.
El cd se presenta en formato simple y en formato con caja acompañado con DVD que contiene el making off del disco, el vídeo de promoción y algunas galerías de fotos.
El único pero es la portada. Yo no sé de quién fue la idea de dejar marchar a su mejor dibujante, Pero siendo esto así, la verdad es que no se entiende muy bien como pueden salir a la luz portadas como la de su anterior disco de estudio. Esta no está mal, pero sigue rompiendo con la línea maestra de sus grandes álbumes.
Jesús Cabezas (Noko)
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