Atafe Vega Rock - Parte 2 - (Atarfe 11/03/2006)
Sábado día 11 de Marzo
To/Die/For. Excelentes. Poco público para verlos por lo apretado del calendario y por ser la 13.00 PM. Basaron su set list en el “IV”, dejando algún que otro guiño al “Jaded” e incluso a su primer Lp de homónimo nombre. Su Doom Metal sinfónico (samplearon todos los teclados) es envidiable.
Turno de Moonsorrow. Black-Viking Metal. Bañados en sangre o pintura roja desde las botas hasta las pestañas se dedicaron a repartir tralla y dureza durante la hora que tuvieron para hacerlo. Estos grupos necesitan un local más pequeño y sobre todo, que no sea de día.
Elevó un pie Gary Hughes (TEN) en el escenario y fue todo calidad. El americano, un tanto desmejorado de imagen desde su "Far beyond the world", se deshizo en elogios hacia el público e interpretó lo que mejor sabe hacer, Hard rock melódico con buena dosis guitarrera. No se le ha olvidado cantar y lo sigue haciendo de maravilla. Todo un triunfo por parte de los organizadores del Festival traer a TEN. Apenas en cinco ocasiones durante veinte años han pisado la piel del toro. Ésta ha sido una de ellas.
Masterplan es la banda de Roland Grapow (Ex-Helloween). Sonaron fatal. Estridentes y distorsionados. Las bases de doble bombo se solapaban y creaban un aura de barullo impresionante. Una pena.
Nuclear Assault abasteció a sus fieles con temas trashers y moshers tipo “Hang the Pope” o “My America”. Los americanos de la Bay Area de San Francisco saben interpretar su papel con dignidad. Se agradece la puesta en escena. Atrás quedaron trabajos como el "Game Over" del ochenta y seis que nos hacen ver que llevan veinte años en la brecha del Trash, sabiendo aguantar modas y rapeos numetaleros.
Gamma Ray lucieron con claridad entre tanto humo. Kai Hansen cantó como pocas veces. Desplegaron todo su arsenal speediano basado en obras de arte de sus trabajos "Heading for tomorrow", "Majestic", "Land of The Free", "Somewhere in out space", etc… Parece que Kai ha encontrado la manera de sentirse cómodo cantando y tocando la guitarra, otrora en tiempos de Walls of Jericó y Judas de aquellos Helloween de 1986. El publicó abarrotó la nave plagado de sombreros de copa para ver a su ídolo Kai. Hoy día Gamma Ray son un grupo grande, se lo han ganado en esto del Heavy Metal. Tanto concierto, tanta buena canción y tanto carisma los han colocado en la cima del rock duro europeo. Sonido perfecto y un set list envidiable.
In Extremo practican ese tipo de metal industrial que hace que te vuelvas loco o lo odies por completo. Lo que si está claro es que en tablas son tres cañones disparando bombazos de tralla industrial.
Y llegó el final, con el heavy cristiano de los hermanos Sweet. Stryper. Banda ochentena de melódico hard rock orientado a aquellos que en su momento no se identificaban con la corriente satánica que se había instaurado con grupos como Venom o Slayer. Stryper rompieron moldes, y, como en su actuación del Lorca del verano pasado, fueron de largo lo mejor del sabado noche. Michael Sweet canta como hace veinte años. Más viejos y sin permanente, sí que supieron lucir sus colores de avispa. El show ante todo, y el espectáculo más que nada.
En definitiva, un festival Heavy con tradición en Andalucía y en España, que, en mi modesta opinión, se lo están cargando llevándolo a sitios tan extravagantes como naves para autobuses donde el sonido es pésimo. Desluce a los grupos y desluce a la música en general.
Jesús Cabezas (Noko)
To/Die/For. Excelentes. Poco público para verlos por lo apretado del calendario y por ser la 13.00 PM. Basaron su set list en el “IV”, dejando algún que otro guiño al “Jaded” e incluso a su primer Lp de homónimo nombre. Su Doom Metal sinfónico (samplearon todos los teclados) es envidiable.
Turno de Moonsorrow. Black-Viking Metal. Bañados en sangre o pintura roja desde las botas hasta las pestañas se dedicaron a repartir tralla y dureza durante la hora que tuvieron para hacerlo. Estos grupos necesitan un local más pequeño y sobre todo, que no sea de día.
Elevó un pie Gary Hughes (TEN) en el escenario y fue todo calidad. El americano, un tanto desmejorado de imagen desde su "Far beyond the world", se deshizo en elogios hacia el público e interpretó lo que mejor sabe hacer, Hard rock melódico con buena dosis guitarrera. No se le ha olvidado cantar y lo sigue haciendo de maravilla. Todo un triunfo por parte de los organizadores del Festival traer a TEN. Apenas en cinco ocasiones durante veinte años han pisado la piel del toro. Ésta ha sido una de ellas.
Masterplan es la banda de Roland Grapow (Ex-Helloween). Sonaron fatal. Estridentes y distorsionados. Las bases de doble bombo se solapaban y creaban un aura de barullo impresionante. Una pena.
Nuclear Assault abasteció a sus fieles con temas trashers y moshers tipo “Hang the Pope” o “My America”. Los americanos de la Bay Area de San Francisco saben interpretar su papel con dignidad. Se agradece la puesta en escena. Atrás quedaron trabajos como el "Game Over" del ochenta y seis que nos hacen ver que llevan veinte años en la brecha del Trash, sabiendo aguantar modas y rapeos numetaleros.
Gamma Ray lucieron con claridad entre tanto humo. Kai Hansen cantó como pocas veces. Desplegaron todo su arsenal speediano basado en obras de arte de sus trabajos "Heading for tomorrow", "Majestic", "Land of The Free", "Somewhere in out space", etc… Parece que Kai ha encontrado la manera de sentirse cómodo cantando y tocando la guitarra, otrora en tiempos de Walls of Jericó y Judas de aquellos Helloween de 1986. El publicó abarrotó la nave plagado de sombreros de copa para ver a su ídolo Kai. Hoy día Gamma Ray son un grupo grande, se lo han ganado en esto del Heavy Metal. Tanto concierto, tanta buena canción y tanto carisma los han colocado en la cima del rock duro europeo. Sonido perfecto y un set list envidiable.
In Extremo practican ese tipo de metal industrial que hace que te vuelvas loco o lo odies por completo. Lo que si está claro es que en tablas son tres cañones disparando bombazos de tralla industrial.
Y llegó el final, con el heavy cristiano de los hermanos Sweet. Stryper. Banda ochentena de melódico hard rock orientado a aquellos que en su momento no se identificaban con la corriente satánica que se había instaurado con grupos como Venom o Slayer. Stryper rompieron moldes, y, como en su actuación del Lorca del verano pasado, fueron de largo lo mejor del sabado noche. Michael Sweet canta como hace veinte años. Más viejos y sin permanente, sí que supieron lucir sus colores de avispa. El show ante todo, y el espectáculo más que nada.
En definitiva, un festival Heavy con tradición en Andalucía y en España, que, en mi modesta opinión, se lo están cargando llevándolo a sitios tan extravagantes como naves para autobuses donde el sonido es pésimo. Desluce a los grupos y desluce a la música en general.
Jesús Cabezas (Noko)
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