Concierto de Corcobado (Granada 23/03/2007)
Corcobado, siempre (Sala Industrial Copera, Granada, 23/03/2007)
El festival Extratonauta 2007, que reunió en Granada a Niños Mutantes, Dorian, los Fantasma #3 de Julio de la Rosa y al galáctico Phil Hartnoll (Orbital), tuvo en Corcobado un inesperado plato fuerte. El veterano músico, poeta y novelista sonó escandalosamente bien un año después de su anterior concierto en la ciudad, más retrospectivo y accidentado.
Sin bises ni ambages, comenzó el desglose de su flamante ‘Editor de sueños’ con la instrumental ‘Invernadero’, una bacanal de ruido, rock n’ roll en vanguardia sideral, con ‘groove’ insistente y picos de ‘free jazz’. Primer puñetazo en la mesa para captar a los modernos atraídos por la sensación Dorian. En este último disco, Javier Corcobado se fija más en la canción que en el poema homérico. Por eso le salen temas tan pegajosos como ‘Todo empieza con un beso’ o ‘Susurro’, sin descuidar un más que solvente trabajo de instrumentos: guitarras ‘tormenta’, teclados MS 2000 de su musa (la ahora rapada) Paula Grau y la reincorporación del viejo lobo Javier Arnal, que en los noventa grabó las guitarras de ‘Arco iris de lágrimas’. Ha ordenado todo lo hecho hasta ahora y lo devuelve reluciente. ¡Que levante la mano el que no se estremeció al escuchar ‘Desde tu herida’ como si fuese escrita ayer!.
Bien escudado, a Javier se le ve en forma tras el letargo de vida espartana en la costa almeriense. Su pantagruélica puesta en escena ofrece alimento para todos los gustos, siempre emocionante, singular y con el alma a cuestas. Un ‘soul man’ inconformista, arrebatado, de imposible domesticación y deletéreo a escasos metros. Siempre maestro del rock vaporoso y chirriante con denominación ‘avant-garde’. Siempre él: Corcobado.
Eduardo Tébar
El festival Extratonauta 2007, que reunió en Granada a Niños Mutantes, Dorian, los Fantasma #3 de Julio de la Rosa y al galáctico Phil Hartnoll (Orbital), tuvo en Corcobado un inesperado plato fuerte. El veterano músico, poeta y novelista sonó escandalosamente bien un año después de su anterior concierto en la ciudad, más retrospectivo y accidentado.
Sin bises ni ambages, comenzó el desglose de su flamante ‘Editor de sueños’ con la instrumental ‘Invernadero’, una bacanal de ruido, rock n’ roll en vanguardia sideral, con ‘groove’ insistente y picos de ‘free jazz’. Primer puñetazo en la mesa para captar a los modernos atraídos por la sensación Dorian. En este último disco, Javier Corcobado se fija más en la canción que en el poema homérico. Por eso le salen temas tan pegajosos como ‘Todo empieza con un beso’ o ‘Susurro’, sin descuidar un más que solvente trabajo de instrumentos: guitarras ‘tormenta’, teclados MS 2000 de su musa (la ahora rapada) Paula Grau y la reincorporación del viejo lobo Javier Arnal, que en los noventa grabó las guitarras de ‘Arco iris de lágrimas’. Ha ordenado todo lo hecho hasta ahora y lo devuelve reluciente. ¡Que levante la mano el que no se estremeció al escuchar ‘Desde tu herida’ como si fuese escrita ayer!.
Bien escudado, a Javier se le ve en forma tras el letargo de vida espartana en la costa almeriense. Su pantagruélica puesta en escena ofrece alimento para todos los gustos, siempre emocionante, singular y con el alma a cuestas. Un ‘soul man’ inconformista, arrebatado, de imposible domesticación y deletéreo a escasos metros. Siempre maestro del rock vaporoso y chirriante con denominación ‘avant-garde’. Siempre él: Corcobado.
Eduardo Tébar
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