Theatre of pain (Mötley Crüe) -1985-
Escoger un disco de Mötley Crüe para reseñarlo no es tarea fácil para los amantes, como yo, de la música de estos cuatro gamberros norteamericanos. Escoger un disco, digo, de los que merecen la pena de Mötley, es decir, hasta el “Dr. Feelgood” del ’89, porque lo siguiente fue, a mi entender, simplemente patético: un Mötley Crüe sin Vince Neil en 1994, o una extraña reunión para editar un “Generation Swine” en 1997 que pasó tan inadvertida como la propia simpleza del disco.
A lo que vamos, a este “Theatre of Pain”, que ha sido escogido por el menda por ser el más simple de sus cinco obras maestras, o como diría el propio Vince Neil recientemente, ”ese disco fue un error en la carrera de Mötley”. A tanta critica negativa no llego yo ni mucho menos, pero sí que es cierto que este disco baja el nivel y la calidad de su discografía que como media se lleva un notable por culpa de este teatrillo del dolor. No encontramos ningún “Looks that kill” exitoso dentro del cd (muy aderezado para la ocasión con jugosos regalos en forma de bonus tracks de todo tipo, hasta siete regalos nos aporta esta nueva edición), aunque desde luego es obra de Mötley (eso no hay duda) y canciones como “Home sweet home” así lo certifican, o la propia “Smokin’ in the boys room” muy al estilo propio de ese glam roquero y metalero que supieron ofrecernos en aquellos años ochenta.
Los riffs de Mick Mars no son tan pesados en este disco como en su anterior “Grito al Diablo”, pero las estructuras de los temas siguen siendo sólidas, con buenos ganchos y sobre todo buenos coros. Nikki Sixx sigue aporreando su bajo (en este disco de ocho cuerdas nada menos) y creando grandes canciones (no se nos olvide que es el máximo exponente de composición de Mötley). Este disco fue el antecesor a su despegue definitivo que los catapultó a lo más alto del firmamento rockero con “Girls, girls, girls”.
Ahora andan reunidos girando por mediomundo, o más bien, por mundo y medio, y dando un espectáculo digno de mención por su especial directo plagado de fuegos, de enanos, de saltarines y payasos (que váyase usted a reír de otras “cosas”) y llenando estadios como en sus mejores tiempos. Madrid y Zaragoza (aaay Zaragoza acogiendo a Judas Priest, a Metallica, a Mötley…) han sido las ciudades escogidas por el grupo para presentar su nuevo show, dejando un buen gusto inacabable para aquellos que pudieron asistir.
Welcome to the Theatre…Welcome to Mötley Crüe.
Jesús Cabezas (Noko)
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