It is time for a love revolution (Lenny Kravitz) 2008
Cuatro años después de la publicación de “Baptism”, su anterior disco de estudio, Lenny Kravitz regresa a la palestra del rock & roll con un nuevo trabajo de título “It is time for a love revolution”. En los últimos años las únicas noticias que habíamos tenido de él eran algunos rumores sobre sus supuestos romances con actrices de fama internacional como Nicole Kidman o Penélope Cruz y poco más. Afortunadamente la cosa ha vuelto a la normalidad y Lenny Kravitz vuelve a ser actualidad por lo único realmente importante que es su música, su nuevo disco y la gira que le traerá a tierras españolas durante el próximo verano.
“It is time for a love revolution” es un disco cien por cien Lenny Kravitz, sin ninguna sorpresa, ningún sobresalto, ninguna salida de madre ni ninguna meada fuera de tiesto. Un disco de rock, soul, funky y baladas grabado con su particular estilo a la hora de producir: guitarras distorsionadas con el sonido atenuado, baterías encerradas en cajones de metacrilato para apagar la resonancia y el eco, teclados “vintage”, guitarras acústicas y bajos eléctricos con un altísimo protagonismo en el sonido de las canciones más rítmicas. Cualquiera que conozca el trabajo de Kravitz entenderá a la perfección de lo que estoy hablando. Por lo que respecta a la voz, pues lo mismo da que pasen cuatro, cinco, seis o veinte años, en “It is time for a love revolution” Lenny Kravitz sigue cantando con la misma intensidad y la misma energía que en “Let love rule”, “Mama said” o “Are you gonna go my way”, por nombrar sus tres discos más antiguos.
Llama la atención que más de la mitad de las canciones de este disco tienen un aire más triste o melancólico de lo habitual en la discografía de Lenny Kravitz. A pesar de haber algún cañonazo hard rockero como “Love revolution”, “Bring it on” o “Back in Vietnam”, y algún funky movido como “Will you marry me”, “Love, love, love” o “Dancin’ til down”, en mi opinión este álbum tiene canciones mucho más íntimas que los anteriores, globalmente más festivos. Parece como si Lenny Kravitz estuviese empezando a dejar de ser aquel icono negro del rock & roll canallesco para convertirse en un artista más serio y maduro musicalmente hablando, que ya no le importa tanto mantener su imagen de tipo duro y como hacer buenos discos. Claro reflejo de esta impresión particular es la discretísima portada del álbum, una foto de Lenny Kravitz con gafas de sol en blanco y negro sin ninguna pose ni ninguna actitud macarra como antaño.
Lo bueno de adquirir un disco de Lenny Kravitz es que sabes que nunca te va a defraudar, y en éste ninguno de los dieciséis temas que lo componen lo hace. ¿Que muchos temas de “It is time for a love revolution” se parecen a muchos otros que ya habíamos escuchado a lo largo de su discografía? Sí, es verdad, ¿pero es que acaso no son buenos? ¿Entonces para qué dejar de hacer las cosas como se están haciendo si se están haciendo bien.
Rubén (El Artista Multimedia del Bajo Aragón)
“It is time for a love revolution” es un disco cien por cien Lenny Kravitz, sin ninguna sorpresa, ningún sobresalto, ninguna salida de madre ni ninguna meada fuera de tiesto. Un disco de rock, soul, funky y baladas grabado con su particular estilo a la hora de producir: guitarras distorsionadas con el sonido atenuado, baterías encerradas en cajones de metacrilato para apagar la resonancia y el eco, teclados “vintage”, guitarras acústicas y bajos eléctricos con un altísimo protagonismo en el sonido de las canciones más rítmicas. Cualquiera que conozca el trabajo de Kravitz entenderá a la perfección de lo que estoy hablando. Por lo que respecta a la voz, pues lo mismo da que pasen cuatro, cinco, seis o veinte años, en “It is time for a love revolution” Lenny Kravitz sigue cantando con la misma intensidad y la misma energía que en “Let love rule”, “Mama said” o “Are you gonna go my way”, por nombrar sus tres discos más antiguos.
Llama la atención que más de la mitad de las canciones de este disco tienen un aire más triste o melancólico de lo habitual en la discografía de Lenny Kravitz. A pesar de haber algún cañonazo hard rockero como “Love revolution”, “Bring it on” o “Back in Vietnam”, y algún funky movido como “Will you marry me”, “Love, love, love” o “Dancin’ til down”, en mi opinión este álbum tiene canciones mucho más íntimas que los anteriores, globalmente más festivos. Parece como si Lenny Kravitz estuviese empezando a dejar de ser aquel icono negro del rock & roll canallesco para convertirse en un artista más serio y maduro musicalmente hablando, que ya no le importa tanto mantener su imagen de tipo duro y como hacer buenos discos. Claro reflejo de esta impresión particular es la discretísima portada del álbum, una foto de Lenny Kravitz con gafas de sol en blanco y negro sin ninguna pose ni ninguna actitud macarra como antaño.
Lo bueno de adquirir un disco de Lenny Kravitz es que sabes que nunca te va a defraudar, y en éste ninguno de los dieciséis temas que lo componen lo hace. ¿Que muchos temas de “It is time for a love revolution” se parecen a muchos otros que ya habíamos escuchado a lo largo de su discografía? Sí, es verdad, ¿pero es que acaso no son buenos? ¿Entonces para qué dejar de hacer las cosas como se están haciendo si se están haciendo bien.
Rubén (El Artista Multimedia del Bajo Aragón)
1 Comments:
Que? esta bien entonces el ultimo album de Lenny. Es que a mi me gustaba mucho antes, pero según mi opinión ahora se la va un poco la olla.... Es muy estrella el tío....
Pero bueno, no puedo negar que es un buen músico. y además es guapo. ;-)
By Anónimo, at 7:49 a. m.
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