Still giving (The Smokers) 2007
Cualquiera que escuche este disco sin conocer a sus autores podrá pensar que se trata del nuevo álbum de una banda de hard rock surgida en los garajes de algún barrio de Los Ángeles (California) durante la segunda mitad de la década de los 80. La sorpresa viene al descubrir que The Smokers ni son de Los Ángeles, ni de California, ni de los Estados Unidos; The Smokers son españoles, andaluces para más señas, concretamente de la localidad malagueña de Estepona para ser exactos. Parece mentira que de la tierra del flamenquito y de Julián Muñoz pueda salir un sonido como el de este segundo disco de The Smokers, pero así es. Con “Still giving” queda totalmente demostrado que, aunque no salgan por televisión, en este país también se sabe hacer buen rock & roll.
Con un redoble de batería al más puro estilo “You could be mine” y un efecto “talk-box” de guitarra eléctrica con sabor a “Anything goes”, ambas de Guns N’ Roses, “Still giving” arranca con “This is rock & roll”, un tema que cumple a la perfección con todos los patrones estilísticos del hard rock angelino de mediados de los 80. A éste le siguen una colección de buenas canciones presididas todas ellas por un estremecedor sonido de Gibson Les Paul que pone los pelos de punta. A pesar de que la gran mayoría son excepcionales, de entre todas las canciones del disco yo destacaría “Rock star”, un tema muy en la línea de The Black Crowes con sonido de piano y voces femeninas en los coros, no por ser la mejor sino por ser la más diferente a las demás.
La principal influencia musical de The Smokers ya quedó clara en “Giving up”, su primer disco, y en “Still giving” no hace más que confirmarse: Guns N’ Roses. El guitarrista Javier “Lobo” Molina parece que sea el sobrino de Slash porque emula con total perfección el sonido, la garra y el espíritu de éste durante la época de “Appetite for destruction”. Por lo que respecta al vocalista Gaspar “Gunsmoker” Gil, no diré que canta como Axl Rose porque eso es imposible, pero sí que recuerda y mucho al Axl de voz más grave de “Mr. Brownstone”, “It’s so easy” o “Bad obsession”.
Absolutamente todo el disco en sí es una reivindicación de que en España también se puede hacer hard rock de calidad. Además de las letras y los títulos de canciones como “This is rock & roll” o “Rock star”, en el mismo digipack (de estética muy americana simulando una cajetilla de papel de fumar) pueden leerse frases como “Amazing Rock N’ Roll from the South of Spain”, “Pure R’N’R” o “Fans of Rock & Roll, Hard Rock and Sleazy”.
El único pero que se le puede poner a este disco y a The Smokers en general es lo excesivamente parecidos que resultan a otras bandas que hemos escuchado con anterioridad y la pésima pronunciación de la lengua inglesa de su vocalista. Por lo demás, tanto el sonido como la ejecución del grupo rozan la perfección. De todas formas, ¿desde cuando la falta de acento o la mala pronunciación es un problema en el país donde triunfan Eros Ramazzotti, Nek o Laura Pausini? Yo personalmente prefiero que canten en inglés antes que en castellano porque el hard rock si no es en inglés no parece hard rock.
Acabaré diciendo que considero a The Smokers un grupo muy a tener en cuenta para todos aquellos amantes de la buena música por mucho que sean de Estepona. ¿O es que sólo van a poder hacer rock los americanos y los escandinavos?.
Rubén (El Artista Multimedia del Bajo Aragón)
Con un redoble de batería al más puro estilo “You could be mine” y un efecto “talk-box” de guitarra eléctrica con sabor a “Anything goes”, ambas de Guns N’ Roses, “Still giving” arranca con “This is rock & roll”, un tema que cumple a la perfección con todos los patrones estilísticos del hard rock angelino de mediados de los 80. A éste le siguen una colección de buenas canciones presididas todas ellas por un estremecedor sonido de Gibson Les Paul que pone los pelos de punta. A pesar de que la gran mayoría son excepcionales, de entre todas las canciones del disco yo destacaría “Rock star”, un tema muy en la línea de The Black Crowes con sonido de piano y voces femeninas en los coros, no por ser la mejor sino por ser la más diferente a las demás.
La principal influencia musical de The Smokers ya quedó clara en “Giving up”, su primer disco, y en “Still giving” no hace más que confirmarse: Guns N’ Roses. El guitarrista Javier “Lobo” Molina parece que sea el sobrino de Slash porque emula con total perfección el sonido, la garra y el espíritu de éste durante la época de “Appetite for destruction”. Por lo que respecta al vocalista Gaspar “Gunsmoker” Gil, no diré que canta como Axl Rose porque eso es imposible, pero sí que recuerda y mucho al Axl de voz más grave de “Mr. Brownstone”, “It’s so easy” o “Bad obsession”.
Absolutamente todo el disco en sí es una reivindicación de que en España también se puede hacer hard rock de calidad. Además de las letras y los títulos de canciones como “This is rock & roll” o “Rock star”, en el mismo digipack (de estética muy americana simulando una cajetilla de papel de fumar) pueden leerse frases como “Amazing Rock N’ Roll from the South of Spain”, “Pure R’N’R” o “Fans of Rock & Roll, Hard Rock and Sleazy”.
El único pero que se le puede poner a este disco y a The Smokers en general es lo excesivamente parecidos que resultan a otras bandas que hemos escuchado con anterioridad y la pésima pronunciación de la lengua inglesa de su vocalista. Por lo demás, tanto el sonido como la ejecución del grupo rozan la perfección. De todas formas, ¿desde cuando la falta de acento o la mala pronunciación es un problema en el país donde triunfan Eros Ramazzotti, Nek o Laura Pausini? Yo personalmente prefiero que canten en inglés antes que en castellano porque el hard rock si no es en inglés no parece hard rock.
Acabaré diciendo que considero a The Smokers un grupo muy a tener en cuenta para todos aquellos amantes de la buena música por mucho que sean de Estepona. ¿O es que sólo van a poder hacer rock los americanos y los escandinavos?.
Rubén (El Artista Multimedia del Bajo Aragón)
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