lunes, mayo 23, 2005

Una noche con Panero (Barcelona 09/03/2005)


Entre semana, en plena época de exámenes, me vienen a decir que hay un concierto de presentación del libro disco de Panero… entrada de guay y por la cara.

El sitio era la Paloma, con un ambiente muy logrado, con carpas, alfombras por el suelo y mucho humo… de velas… El jambo que nos dio la bienvenida estaría hasta los huevos de llevar el turbante porque arrastraba una cara de mala leche impresionante. Si hubiera sido por mi me hubiera quedado en el suelo, encima de una alfombra a intentar levitar con el humo que salía del suelo… pero subimos al primer piso detrás de Chus (bendito sea) y acabamos compartiendo mesa ( y vela) con dos personajes… Un músico a la espera de suerte, y el ex-representante de Rebeca…

Pasaron un documental sobre un día con Panero, subtitulando a Panero…que hablaba castellano, pero a su manera… Cuando acabó me empecé a arrepentir de haber ido, el disco tampoco me había encantado, y me daba la sensación de que me iba a aburrir soberanamente…

La presentación del concierto acabó con algo así “olvídense de Bunbury, Ann, Galindo y Ponce, porque no han venido… hoy actuarán Enrique, Carlos, Bruno y Jose Mª…” y tenía razón. Abrió el concierto Bunbury con (para mí de las mejores canciones del disco) Peter Punk… siguieron canciones, poemas recitados por Ponce, música electrónica… Todavía se me cae la baba cuando veo a Carlos Ann cantando y a Bunbury haciéndole coros con un megáfono… No había ningún protagonista… todos se necesitaban unos a otros, aunque la más necesitada era la botella de JB… que tenía lugar vitalicio en la mesita del escenario. Ann era el más implicado, en casi todas las canciones estaba por detrás del cantante, metiendo efectos, extasiado, sudando… claro, con esa chaqueta (…)

El tiempo iba pasando, las canciones se hacían cortas, Panero subía demasiado al escenario… todavía no me explico como podía mantener en equilibrio un cartón de Marlboro, el cenicero y poder sujetarse el cigarro eterno mientras pasaba hojas del atril.

Y acabó. Con los ojos irritados del humo miré a Chus y mientras me secaba la baba nos preguntaba si nos había gustado… ¿sí? Pues bajamos, a ver si podemos entrar… nos despedimos de los dos personajes (más majos que pá qué) y volvimos a seguir a Chus… él sabría donde iba… y tanto si lo sabía…ale, delante de los camerinos nos dejó. Sale Ann con los ojos más rojos que yo y abraza a Chus… yo flipando. “Pero, ¿qué hacéis aquí? Subid, hombre…”. Chus nos mira (servidora y la gran hija de puta de mi lado, la que me consiguió la entrada, teníamos los ojos como platos)... “Oye Carlos, que ellas (nos señala) querían conocer a Bunbury”… yo pensando… ”oye, que conociendo a Carlos también estoy satisfecha”.

Bueno, el caso es que acabamos entre camerinos y gente yendo a todos lados, el señor Panero me aplastó con una pared delante del camerino de Bunbury… y ahí nos quedamos, parados como idiotas… mirando como Bunbury se hacía un porrito con la botella de JB entre las piernas, tenía su técnica. Chus hablando con todos de precios de amplificadores, Panero paseándose con el cenicero… pa flipar.

Chus (buenazo) salió y dijo que lo sentía… que no podíamos pasar… ya ves tú, estábamos al lado de la puerta abierta del camerino.

En fín, un placer.

Marta Núñez