Concierto de Santi Campos (Granada 20/10/2006)
Los Amigos Imaginarios: canciones invernales, músicos calientes
Engrosando la nómina de cantautores españoles que visten sus textos con los ropajes del pop-rock clásico, Santi Campos lleva dos años haciendo méritos para ganarse el cielo. Su prolífica cosecha de este último periodo le confirma como un valor imprescindible del panorama estatal. Él lo achaca a que, para 'El invierno secreto', ha encontrado la banda que siempre soñó tener. Los Amigos Imaginarios son para el castellonense barbudo lo que Crazy Horse para Neil Young o The Band para Bob Dylan. Y eso después de veinte años de búsqueda en formaciones como Malconsejo o The Shannons.
Los Amigos son la guitarrista y corista Ester Rodríguez, el bajista Jesús Montes y el batería argentino Sebastián Giudice. En La Telonera faltó el teclista Charlie Bautista, lo que demostró la versatilidad de Santi Campos y su grupo, que suplieron magistralmente el barniz del Hammond con resolutivos embates de Fender. Incluso consiguieron que un tema tan 'raydaviesiano' como 'Mi mitad oscura' se mantuviera en Music Hall sin la ayuda del piano y del trombón.
Cayeron bien el guiño a 'Pulp fiction' y la radiable versión en castellano del 'The days I used to be' de Neil Young –a su vez préstamo de 'My back pages' de Dylan–, y es que uno de los pasatiempos de este músico afincado en Madrid es tocar canciones de otros como "juego doméstico".
Las composiciones de Santi Campos repiten insatisfacciones, relatan el trayecto árido hacia una felicidad que nunca llega, pero sin melindre. La balanza se compensó con el gusto por la canción y las guitarras vitamínicas. La voz de Ester recubrió todo con una dulzura que se tarareaba. La vitalidad ganó. Y el espectáculo también. Todo esto en un ambiente distendido y de inusitado tuteo con el público, que si bien desconocía su cancionero, lo analizaba sobre la marcha invitado por los astutos preludios del artista.
Cerca de Lapido, de Quique González, de Fernando Alfaro ("cuando no se pone demasiado bíblico"), del "Padre Nuestro" Josele Santiago, aunque con referentes anglosajones (hay alusiones entre líneas a Ron Sexmith y la sombra de Elliot Smith es visible), Santi Campos y Los Amigos Imaginarios animan, fortalecen y esperanzan.
Eduardo Tébar
Engrosando la nómina de cantautores españoles que visten sus textos con los ropajes del pop-rock clásico, Santi Campos lleva dos años haciendo méritos para ganarse el cielo. Su prolífica cosecha de este último periodo le confirma como un valor imprescindible del panorama estatal. Él lo achaca a que, para 'El invierno secreto', ha encontrado la banda que siempre soñó tener. Los Amigos Imaginarios son para el castellonense barbudo lo que Crazy Horse para Neil Young o The Band para Bob Dylan. Y eso después de veinte años de búsqueda en formaciones como Malconsejo o The Shannons.
Los Amigos son la guitarrista y corista Ester Rodríguez, el bajista Jesús Montes y el batería argentino Sebastián Giudice. En La Telonera faltó el teclista Charlie Bautista, lo que demostró la versatilidad de Santi Campos y su grupo, que suplieron magistralmente el barniz del Hammond con resolutivos embates de Fender. Incluso consiguieron que un tema tan 'raydaviesiano' como 'Mi mitad oscura' se mantuviera en Music Hall sin la ayuda del piano y del trombón.
Cayeron bien el guiño a 'Pulp fiction' y la radiable versión en castellano del 'The days I used to be' de Neil Young –a su vez préstamo de 'My back pages' de Dylan–, y es que uno de los pasatiempos de este músico afincado en Madrid es tocar canciones de otros como "juego doméstico".
Las composiciones de Santi Campos repiten insatisfacciones, relatan el trayecto árido hacia una felicidad que nunca llega, pero sin melindre. La balanza se compensó con el gusto por la canción y las guitarras vitamínicas. La voz de Ester recubrió todo con una dulzura que se tarareaba. La vitalidad ganó. Y el espectáculo también. Todo esto en un ambiente distendido y de inusitado tuteo con el público, que si bien desconocía su cancionero, lo analizaba sobre la marcha invitado por los astutos preludios del artista.
Cerca de Lapido, de Quique González, de Fernando Alfaro ("cuando no se pone demasiado bíblico"), del "Padre Nuestro" Josele Santiago, aunque con referentes anglosajones (hay alusiones entre líneas a Ron Sexmith y la sombra de Elliot Smith es visible), Santi Campos y Los Amigos Imaginarios animan, fortalecen y esperanzan.
Eduardo Tébar
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